La Sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia, número 214/2022, dictada el 6 de junio de 2022, aborda un caso de asesinato en el que se utilizó el procedimiento del Tribunal del Jurado. La sentencia se basa en hechos probados que determinan que la víctima falleció entre la tarde del 22 de abril de 2019 y las primeras horas del 23 de abril de 2019, en su propio domicilio.
Durante el juicio se presentaron diversas pruebas, incluidas testificales, periciales y documentales. Se discutió ampliamente sobre la autenticidad e integridad de los mensajes de WhatsApp, los cuales fueron finalmente aceptados como prueba aunque con un valor limitado. El juicio se desarrolló a lo largo de varias sesiones entre mayo y junio de 2022, donde se examinó tanto al acusado como a los testigos, y se presentó y evaluó la evidencia disponible.
El Ministerio Fiscal modificó la fecha de la muerte de la víctima durante las conclusiones definitivas, lo que fue admitido por la magistrada presidente a pesar de las objeciones de la defensa. Al final, el jurado emitió un veredicto de no culpabilidad, que la magistrada presidenta consideró razonable y bien fundamentado, resultando en una sentencia absolutoria para el acusado, Joaquín G.V., por los delitos de allanamiento de morada, agresión sexual en tentativa y asesinato. Las costas procesales se declararon de oficio según lo dispuesto en el artículo 123 del Código Penal y los artículos 240 y 242 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
En cuanto al papel del perito informático, quien fue parte crucial en la defensa del acusado, realizó un análisis detallado del terminal telefónico de Joaquín. El perito constató que el teléfono del acusado mantuvo una actividad constante durante el período en cuestión, incluyendo búsquedas en Google, recepción de mensajes de WhatsApp y renovaciones de «usos de red» en la red WiFi del domicilio habitual. Estas conclusiones, apoyadas por otros peritos de la defensa, mostraron que dicha actividad era incompatible con la comisión del delito, argumentando que el acusado no podría haber estado presente en la escena del crimen mientras su teléfono mostraba dicha actividad continua.
El informe pericial, no contra dicho por la Guardia Civil, fue ratificado en la audiencia, donde el perito defendió las conclusiones técnicas alcanzadas. Se destacó la importancia de la cronología y la secuencia temporal de los eventos registrados en el teléfono para la defensa del acusado. Además, se subrayó que las versiones más modernas del software utilizado para analizar el teléfono permitieron obtener detalles adicionales, como la conexión a redes WiFi, que no estaban disponibles en las versiones usadas inicialmente por la Guardia Civil.
En resumen, el perito informático tuvo un papel determinante en la absolución del acusado, al que se le pedía prisión permanente revisable, proporcionando evidencia técnica que respaldaba la coartada del acusado y contribuyó significativamente a la decisión final del jurado y la sentencia absolutoria conseguida por el gran trabajo del abogado de la defensa Pablo Martinez Pérez del despacho Mariano Bo & Pablo Martinez Abogados.